Un espacio para compartir ideas, donde sólo la expresión es importante y en el que también se reconoce la obra de otros en Lontananza


Objeto mágico para sanar al mundo


Esta es una página en blanco
Blanco (algodón, gasas)
No informa
No opina ni sabe
No promueve una acción de consumo
No invita
No tiene prisa
No expone puntos, ni presenta gráficos
No muestra calificativos
No ironiza mediante el uso de comillas
Blanco (infinito antes de alfa)
Las noticias, el resultado en el encuentro de fútbol, los fichajes, los obituarios, las declaraciones de los dueños del mundo, los relatos de los magos y los anhelos de los músicos están en otra parte. Esta página ha decidido permanecer en blanco.
Blanco (espuma de la ola, se desliza el surfista)
Quiere ser pintura y llenarse la superficie con plastas de colores.
Blanco (pelota en el aire, kilómetros por hora)
Quiere ser un barco, un avión, una bicicleta que se desliza suave retando la inclemencia del empedrado.
Blanco (plumas, un día mis alas)
Quiere ser plegaria, himno, cántico, mantra; quiere ser repetida una y otra vez en todas las lenguas, vivas y muertas, hasta que la vibración producida logre poner en el foco al universo.
Blanco (vestido almidonado, ella dice acepto).
Quiere ser un techo móvil; un refugio portátil contra la mala suerte, una guardia para el vagabundo, una cobija para el perro que no tiene siquiera dueño.
Blanco (arena de la orilla, el mar siempre es frontera).
Quiere ser una plaza, una calle, una esquina; un sitio abierto donde dos pueden mirarse por horas y tienen testigos.
Blanco (cono de papel, gotas en tus labios).
Quiere ser consuelo, remedio, alivio; el trapito que detiene a la lágrima en su velocidad dolorosa.
Blanco (grano de sal, punta en la lengua).
Quiere ser graves, agudos y medios; quiere ser coros y versos, guitarra y bajo, la batería y la voz.
Quiere ser la canción entera. Dos escuchan en un mismo tiempo
Blanco (sala de hospital, tus ojos en el cielo).
Quiere ser el hambre saciada, la sed apagada, la duda resuelta.
Blanco (algodón, gasa).
El suelo dulce donde puede el extraño estrellar su cohete.
Blanco (sana pronto)
Quiere ser el día de mañana.
Blanco (Ya va a pasar. Ya va a pasar. Ya va a pasar).


(Julio Martínez Ríos)

A tiempo

El tiempo no se detiene, ahora ya pasaron cuatro segundos, cuando termine este párrafo y si la inspiración no me falta ya habrán pasado unos tres minutos tal vez, y sin embargo requeriré de días, quizá, para poner punto final al texto, aún con las ganas que tengo de que estas ideas fluyan, se vean proyectadas en tinta y no sean interrumpidas por un asunto del trabajo que ya veo venir.

Y es que no hay nada, absolutamente nada que no sea vulnerable al paso del tiempo, podemos evitar la luz o la total oscuridad, escondernos de la lluvia, del calor o el frío, pero del tiempo jamás, él es parejo, no sólo con todos, con todo!, con cualquier cosa que existe, visible o no. Y sin embargo, así como es tan imparcial, también es todo lo contrario, o nosotros mismos hacemos que parezca subjetivo, es decir, que a veces provocamos que un minuto pase tan tan lento, a cuenta gotas, o que de repente se haga noche sin haberte percatado del paso de las horas (ahora es cuando soy interrumpida, aunque sea fueron dos párrafos…ya vuelvo……………. Regresé, uuuf, ha pasado tanto, no hubiese querido que fuera así, pero en fin, al menos pude rescatar lo que ya llevaba escrito, a penas si tuve tiempo de guardar las pocas líneas que alcancé a redactar, y después de varios días regreso a lo presente). El tiempo entonces pasa y le hace falta a todos, cómo me encantaría que esa frase que usamos tanto de “Voy a hacer tiempo”, “Estuve haciendo tiempo”, “Tuve que hacer tiempo” u otras variaciones, en verdad fuera literal; seguramente todos nos dedicaríamos a hacer tiempo, tal vez hasta habría empresas dedicadas exclusivamente a eso. O, en todo caso, cada vez que se te hiciera tarde fabricarías tiempo para evitar la impuntualidad… hacer tiempo para que esa persona jamás se fuera, para que ese chocolate nunca se terminara, para que ese viaje fuera duradero.

Por eso lo que peleo, lo que aún no puedo concebir, es la falta de eso que todos sabemos qué es pero que resulta tan difícil definir, eso que tiene un nombre el cual nadie sabe a quién se le ocurrió, o por qué se determinó que de repente lo midiéramos en segundos, minutos, horas, días, semanas y todo lo que le sigue. Si al fin y al cabo el tiempo pasa lo midamos o no, y realmente nuestras mediciones casi nunca son exactas, no es exacto, por ejemplo, decir que una mujer tiene su periodo menstrual cada 28 días, que un bebé nacerá en 9 meses, que un mes tiene cuatro semanas o siquiera pensar que todo el mundo tiene la misma hora en su reloj. Y todo eso al tiempo no le importa, el fluye y fluye sin ningún tipo de intermitencia; se derrama por la vida de cada persona y va dando pie a sucesos buenos, malos, va marcando los rasgos físicos e interiores de la gente, sólo hace falta mirar tu álbum de fotos para saber que el tiempo, no sólo ya pasó, está pasando.

A ratos me encanta pensar que, si el tiempo de cualquier manera es, entonces por qué no darnos más de él. Así, me imagino despertar un día que no va a durar 24, sino 48 horas - tal vez tendríamos menos días, pero más tiempo-entonces levantarme, ir a trabajar mis nueve horas correspondientes, comer tranquilamente, quizá dormir una siesta de tres horas, ir a visitar un museo, platicar con la familia o un amigo, pasear por la ciudad y, después de un rato de esparcimiento, realizar otros deberes rutinarios (el banco, la ropa, escombrar, estudiar, organizar papeles, mandar mails…) y saber que terminando de hacer todo ello aún me dará tiempo de leer y de dormir las horas necesarias como para realizar el itinerario del día siguiente sin ningún pestañeo.

Y pienso también en el trato tan diferente que nos daríamos entre nosotros, porque sabemos muy bien odiar a quien nos quita el tiempo, la persona que nos entretiene sabe que va a recibir un mal gesto de nuestra parte o que en ocasiones pensamos dos veces en ayudar a alguien en aprietos porque no tenemos tiempo de detenernos. Con más tiempo entonces, creo que no nos importaría tanto, por ejemplo, echarle la mano a un encuestador para que te haga una de esas entrevistas largas y tediosas o ayudar a una persona mayor a cruzar la calle, tal vez detenernos a preguntarle a alguien si se siente bien o si está perdido, o permitirnos el tiempo para dar los buenos días a la chica de la taquilla del metro sabiendo que ella te contestará amablemente y no sólo te aventará los boletos y las monedas que te sobran para atender de manera inmediata a la siguiente persona.

No sé, simplemente darnos tiempo para observar, para alimentar una amistad y crear otras cuantas, amar, sentir y no dejar pasar detalles importantes que puedan cambiar nuestro día, o nuestra vida quizá; no dejarnos vencer por el sueño cuando hay una hazaña esperándonos, pero permitirnos también soñar en su momento; en fin, dejar a un lado la apatía y la indiferencia que la falta de tiempo provoca. Ojalá haya (halle) tiempo, o mejor, ojalá que el tiempo que me ha sido concedido no sea sólo tiempo perdido.

El sol

Sol redondo y colorado
Como una nueva revolución
Ya que tú eres tan parejo para repartir tu luz
Habías de enseñarle al amo
A hacer lo mismo que tú…


(Fragmento de canción El Sol)

Bienvenidos

Bienvenidos al teatro de mi vida,
Bienvenidas al territorio libre y autónomo de Fridonia.
No se aflijan ni se aflojen
Que el dolor se va a cantar,
Pues como ya es de todos sabido:
“Cantaando no hay doloores quee se sieentaaan”
Estamos en 1954, nos está llevando la chingada
Y eso que no sabíamos que la chinga apenas empezaba.
Es esa noche de julio, días antes de morir,
En que aquél mi cuerpo doliente ya dejara de sufrir;
Fuimos a la manifestación:
¡Gringos jijos de la chifosca
Déjenos vivir en paz
Y váyanse pa’ gringolandia a una encuesta organizar
Y haber si le ponen nombre a su pais, para empezar.
Estados Unidos dicen que se llama ese congal
Y ellos le dicen “América”
Y entonces se quieren chingar de Alaska a la Patagonia,
Todo se quieren quedar,

creen que somos su chiquero...
No nos vamos a dejar!!


(La muerte en: Cada quien su Frida)

...y ya estaba volando!

El aro que flota. Las puntas en alto.
El aire, el cielo, el fin.
¡Hasta que me salga!

El cuerpo en la música.
Único habitante de un mundo reducido.

Un lapso triste, el opuesto.
Catársis de muchos.

El sueño que baila. La danza que piensa.

Y nuevamente, ya estaba volando.

Bien por la expresión que transmite.



(Circo Barroco. Fusión de danzas.)