Un noviazgo más, afecto transitorio:
rompimiento. Nunca le diré «perdón»,
jamás lo haré. Tengo ganas de dejarlo
todo atrás; conmover por un instante mi
corazón; enmudecer mis frías notas
musicales; suspirar mientras el pálido
sol ingresa por mi ventana, mientras las
estúpidas emociones que ahora salen
de mi ser se disipan como la brisa
de octubre, siempre templada, indiferente,
nostálgica… Muy pronto será noviembre
y con él vendrán mis nuevas decepciones.
Adrián Schleske
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