ESQUIZOIDE
Si sigo aquí acabaré volviéndome loco;
Cada rincón, cada fragmento de esto
Se halla plagado de inquietante muerte.
Tal vez sean las hormigas
Que cubren mi cama y mi cuerpo,
Las arañas del techo
Que caen a mis brazos mientras estoy dormido;
Probablemente sean los moscos invisibles
Que vienen a beberse mi vida noche a noche,
O las lagartijas que se pasean por mis pies
Y suben por las paredes manchadas de sangre.
Todo consume mi existencia
En este encierro ruidoso y sofocante;
Y el recuerdo de lo que fui alguna vez ya no ayuda,
Daña más, parece tan lejano que prefiero olvidar.
Me abandono a esta realidad que me anula,
Empiezo a formar parte de ella;
El sufrimiento se torna constante
Y me acostumbro a sentirlo, juego con él,
Lo manipuló, lo transformo,
Unas veces en un zumbido constante
Que me revienta los tímpanos;
Otras, en sensaciones punzantes
Que atraviesan mi cuerpo y pican,
Tanto que me arranco la piel con mis larga uñas.
La masa sanguinolenta en que me he convertido
Me alimenta y mantiene vivo...
¿Por cuánto tiempo más?
***
SEXO
Las palabras se escapan, se funden con la firme intención de estructurar frases que palien el dolor causado por la cercanía de los cuerpos.
El mundo que ambos crean aparece como un intento de extracción absoluta del cosmos.
Las mentiras se confunden una y otra vez con el movimiento de las olas que se elevan hasta el infinito; como lenguas monstruosas que los envuelven y exprimen hasta que llega la calma del éxtasis.
El “fin” es el único objetivo que acaba con la falacia del acto mismo.
La exsuda, la exhala, la exhuma; la convierte en humo de tabaco que llega hasta el techo en segundos para expandirse, desaparecer y volver a comenzar.
Morgoth
1 comentario:
La crudeza de Morgoth no le resta ni un poco de sensibilidad que, al contrario, se acentúa con la capacidad inmensa de admitir el dolor como algo intrínseco que le permite colocarse en un lugar distante -real- del resto del mundo. Maravilloso, pues, dolerse también leyendo sus momentos.
yomesoy
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