EL COMIC Y LA ILUSTRACION...a través de los trazos de un experto
“Me emociona contar cosas sin pretensiones, el no tenerle miedo a los espacios vacíos ni a las áreas mínimas, el constar que lo que pienso y lo que imagino queda en papel y es un retrato dibujado de mi mismo”...
En una sociedad como la nuestra, a la cual le gusta digerir cosas sencillas y atractivas, las líneas, curvas y colores reposados en un espacio virgen son una respuesta a nuestras exigencias de captación. Expresiones como la ilustración (plasmada en revistas, libros, publicidad, etc.) y el cómic resultan, entonces, un escaparate bastante apetitoso para nuestra imaginación.
* * * * * * * * * *
“La poca familiaridad que la gente tiene con el cómic les impide leerlo con cuidado y cuando es demasiado tarde se dan cuenta de que son discursos polémicos, esto puede parecer desventaja pero al mismo tiempo es una ventaja para los autores porque puedes jugar con esa clase de ingenuidad e ignorancia de pensar que los cómics son sólo monitos y aventuras, y da gusto poder colar alguna clase de bofetada a cualquier culpable o víctima que se te ocurra”, comenta Patricio Betteo, diseñador gráfico mexicano, respecto a las mañas y trucos que suelen usar los autores en sus discursos y dibujos para plasmar su visión en la historieta.
* * * * * * * * * *
¿Qué tanto permites que delimiten tu trabajo y cómo te vas adaptando a las cosas que te piden?
“Yo soy bastante necio y creo que para trabajo dirigido y supervisado está la ilustración porque es un medio gráfico en el que estás trabajando en sintonía con alguien más, pero cuando yo veo que la dirección viene por parte de una persona que no está en lo mismo que yo, empiezo a desconfiar porque el producto no va a ser de mutuo acuerdo, sino que va a ser una imposición. Y aunque en algunas situaciones si he “mordido el dedo” y he cedido porque necesito la “lana”, la mayoría de veces pienso que no vale la pena. En la historieta las intervenciones no me caen muy bien porque sé que yo soy capaz de resolver tanto la parte del guión como la del dibujo.
Al final, me he quedado con los clientes que menos se meten con mi trabajo, o bien, que tienen una buena dirección de arte, la dirección de arte debe tener en cuenta que el autor esta teniendo un discurso propio”.
“La historieta para mí siempre ha sido como un oasis creativo”
En una sociedad como la nuestra, a la cual le gusta digerir cosas sencillas y atractivas, las líneas, curvas y colores reposados en un espacio virgen son una respuesta a nuestras exigencias de captación. Expresiones como la ilustración (plasmada en revistas, libros, publicidad, etc.) y el cómic resultan, entonces, un escaparate bastante apetitoso para nuestra imaginación.
* * * * * * * * * *
“La poca familiaridad que la gente tiene con el cómic les impide leerlo con cuidado y cuando es demasiado tarde se dan cuenta de que son discursos polémicos, esto puede parecer desventaja pero al mismo tiempo es una ventaja para los autores porque puedes jugar con esa clase de ingenuidad e ignorancia de pensar que los cómics son sólo monitos y aventuras, y da gusto poder colar alguna clase de bofetada a cualquier culpable o víctima que se te ocurra”, comenta Patricio Betteo, diseñador gráfico mexicano, respecto a las mañas y trucos que suelen usar los autores en sus discursos y dibujos para plasmar su visión en la historieta.
* * * * * * * * * *
¿Qué tanto permites que delimiten tu trabajo y cómo te vas adaptando a las cosas que te piden?
“Yo soy bastante necio y creo que para trabajo dirigido y supervisado está la ilustración porque es un medio gráfico en el que estás trabajando en sintonía con alguien más, pero cuando yo veo que la dirección viene por parte de una persona que no está en lo mismo que yo, empiezo a desconfiar porque el producto no va a ser de mutuo acuerdo, sino que va a ser una imposición. Y aunque en algunas situaciones si he “mordido el dedo” y he cedido porque necesito la “lana”, la mayoría de veces pienso que no vale la pena. En la historieta las intervenciones no me caen muy bien porque sé que yo soy capaz de resolver tanto la parte del guión como la del dibujo.
Al final, me he quedado con los clientes que menos se meten con mi trabajo, o bien, que tienen una buena dirección de arte, la dirección de arte debe tener en cuenta que el autor esta teniendo un discurso propio”.
“La historieta para mí siempre ha sido como un oasis creativo”
La anécdota:
En una revista me dieron un espacio de historieta en el que se me ocurrió parodiar cuentos clásicos siempre acorde con el tema de portada. El primer tema fue de los sueños y ahí escogí “Alicia en el País de las Maravillas” por ser un tema muy onírico, ahí no hubo bronca. El siguiente tema fue Dios (fue justo el peor tema que me pudo haber tocado para experimentar) ahí escogí “El Mago de Oz” modificándolo a “El Mago Dios”, la idea fue jugar con la imagen de Dios como el Mago y le destiné religiones distintas a cada personaje... Los lectores brincaron, se quejaron y se canceló la sección.
Ahí lo que me cortó fue el miedo de la editorial a perder ventas; es increíble como una revista que saca un especial de sexo cada seis meses da el grito en el cielo por poner al hombre de hojalata cantando “La Guadalupana” por el camino amarillo.
Al final pensé que fue buena la cancelación antes de que empezaran a corregirme, sé que en otra oportunidad continuaré este concepto.
Cuando vas conociendo el trabajo de un autor, te das cuenta que tiene un toque especial, algunas características que lo distingue de los demás, al respecto Betteo comentó: “El estilo no lo buscas, el te encuentra; mientras más lo buscas más te frustras. El estilo es tu voz, tu personalidad y en el dibujo te tienes que ejercitar lo suficiente para que tu creatividad no se contamine por tus frustraciones técnicas. En definitiva, quien no tiene estilo es porque no ha dibujado lo suficiente o porque está buscándolo demasiado”.
Algo que también tiene que ver con el estilo de cada autor son las influencias que ha tenido desde pequeño: “Hace tiempo leí un agradecimiento de un historietista que decía ‘le agradezco a mi mamá por no haberme tirado mis historietas’... y es tan cierto esto, porque puede ser un monstruo al que se enfrentan algunos, el hecho de que en su propia casa no haya un aire de libertad para promover el gusto por la gráfica.
Afortunadamente en mi casa siempre hubo cómics, yo crecí leyendo a Mafalda y algunos súper héroes ya en la adolescencia, y en concreto, autores que me han marcado son, por ejemplo, Miñola, Kino y otros descubrimientos de autoras y autores europeos.
¿Cuál es tu proceso para la creación de una historieta?
“Consta de dos partes:
En cuanto a narrativa, empezar algo que dé pie a contar lo que pasa después; es también cuestión de autocomplacencia: que a mí mismo me inspire y que, por tanto, lo quiera continuar.
Y en cuanto a gráfica, que es lo que mas me seduce, debe ser algo original, mientras más original sea mi trabajo hay menos posibilidades de que se vea como un modo generalizado de dibujar, y eso me inspira.
Cuando no me siento estimulado en la narrativa, dejo que las imágenes hablen por si mismas y aunque carezca de lógica, la va a haber intrínsecamente por el simple hecho de que estoy dibujando lo que me gusta y esto tiene concordancia con lo que soy”.
“Suelo regodearme de más en el lado ilustrativo y esto tiende a frenar mis historias, pero me niego a dejar de lado ese gusto que tengo por ver cada imagen como una ilustración y no como un momento en el tiempo”
* * * * * * * * * *
El tema de la historieta en México resulta un tanto oscuro, he aquí la opinión de Patricio, quien ha participado como ilustrador e historietista en publicaciones como La Mosca, QUO, Switch, Cinepremiere, Rolling Stone México, Nexos, Expansión, entre otras: “El curso de la historieta depende, primero, de los autores, que a través de nuestras creaciones fomentemos una cultura historietística. Y obviamente, el punta pie inicial debe venir por parte de los capitalistas, porque cuando el terreno es tan árido, únicamente el capitalista es el que puede empezar a propulsarlo con ganas, porque la obra ya existe. Pero desgraciadamente, quienes tienen la posibilidad de hacer crecer un medio tan hermoso como es la historieta les vale madre.”
“Otra cosa que me preocupa es el contagio que existe de los Estados Unidos y de las estéticas japonesas que distraen demasiado al autor mexicano. Estoy a favor de las influencias, pero fuera del ‘quisiera ser como...’. Tienes que echarte un clavado a tu propia historia, a tus propias raíces y a partir de ellas generar algo nuevo, que va a ser bueno y va a ser tuyo.”
La aportación:
Yo aporto una visión particular que los años y las generaciones dirán si se
queda en alguien. Pero hoy por hoy, lo que estoy aportando únicamente
es mi voz y el constar que lo que pienso y lo que imagino queda en papel y
es un retrato dibujado de Patricio Betteo.
¿Qué sigue contigo?
“Mmm...ojalá supiera, pero si me obligas a contestar: no quiero dejar de dibujar nunca, se que voy a necesitar del dibujo para ser feliz; tal vez pintar, las formas tridimensionales, la música o escribir, pero siempre relacionado con la onda dibujística.
El trabajo de ilustrador puede ser agotador porque eres como un freelance de por vida y esto es preocupante a la hora de echar raíces, por eso quiero crear proyectos autosuficientes y vivir sólo de eso, y al cómic, por ser algo tan autónomo, lo veo como una posibilidad”.
El mensaje:
Para todos aquellos que quieren ser, autores, historietistas, artistas, etcétera: cualquier manifestación artística requiere de mucha autocrítica, es decir, siempre ver tu trabajo con los pies sobre la tierra, siempre pedirte más, tener los ojos muy abiertos para saber que eres capaz y que no eres capaz de hacer. No arriesgarte a la mediocridad sino esperar tu momento en la vida para hacer bien las cosas.
La última y nos vamos, ¿la vida es una historieta?
“No, no creo eso; la vida puede ayudarte a suplir faltas en el mundo imaginario, tienes que absorber cosas de la vida para crear historietas, pero eliminaría la palabra historieta y hablaría del arte en general: la vida es arte en el momento en el que tú usas el arte para retratarla...”
Filos Y Sofía
Sofía:
Ayer me preguntaste por qué esas dos chicas se besaban, noté en tu expresión cierto asombro y curiosidad y supe entonces que el entorno comenzaba a contagiarte de meros prejuicios; no llegaste al grado de desprecio, repulsión y morbo con que la demás gente miraba aquella escena.
Pero antes de que esto pase, quiero que sepas que el humano, no el hombre o la mujer, el humano encuentra distintas formas de percibir el mundo, y las circunstancias, los amigos, la familia, las personas con las que se topa durante su caminar le permiten abrir puertas interiores para descubrirse, para encontrar su equilibrio, su esencia, pero sólo en sí mismo debe hallarse la valentía para proyectar la persona que es y saber arriesgarse para vivir realmente, con su propia visión, sabiendo que no siempre encontrará comunión con los demás, pero siempre exigiendo el respeto que él mismo es capaz de mostrar.
No te asustes porque algunos se aman, preocúpate más bien cuando a la capacidad de amar no le quede ni su rastro. El amar es una necesidad que, sobre todo en estos tiempos, pocos se atreven a indagar; lo cierto es que nadie te obligará a amar a alguien y no será posible tampoco que te prohíban sentir algo especial por cierta persona. Eso sólo se da y tú lo sabrás reconocer.
“Porque es una forma de demostrarse el afecto que las une” te contesté; no intentes comprender la atracción de géneros, simplemente sé sincera con lo que sientes, con lo que te hace feliz, en la medida que apliques esto podrás dejar de cuestionar, de sectorizar y entenderás que todos somos tan iguales como diferentes y que la forma en que amas es tan natural como el estilo de vida que forja cada persona para sentirse plena.
Esperando que estas líneas sirvan para que en adelante no se pidan ni se deban dar más explicaciones de algo que, sabemos, existe, o que al menos haga de ti una persona más libre, sin tabúes ni ataduras, te la deja afectuosamente tu hermano: Filos
Ayer me preguntaste por qué esas dos chicas se besaban, noté en tu expresión cierto asombro y curiosidad y supe entonces que el entorno comenzaba a contagiarte de meros prejuicios; no llegaste al grado de desprecio, repulsión y morbo con que la demás gente miraba aquella escena.
Pero antes de que esto pase, quiero que sepas que el humano, no el hombre o la mujer, el humano encuentra distintas formas de percibir el mundo, y las circunstancias, los amigos, la familia, las personas con las que se topa durante su caminar le permiten abrir puertas interiores para descubrirse, para encontrar su equilibrio, su esencia, pero sólo en sí mismo debe hallarse la valentía para proyectar la persona que es y saber arriesgarse para vivir realmente, con su propia visión, sabiendo que no siempre encontrará comunión con los demás, pero siempre exigiendo el respeto que él mismo es capaz de mostrar.
No te asustes porque algunos se aman, preocúpate más bien cuando a la capacidad de amar no le quede ni su rastro. El amar es una necesidad que, sobre todo en estos tiempos, pocos se atreven a indagar; lo cierto es que nadie te obligará a amar a alguien y no será posible tampoco que te prohíban sentir algo especial por cierta persona. Eso sólo se da y tú lo sabrás reconocer.
“Porque es una forma de demostrarse el afecto que las une” te contesté; no intentes comprender la atracción de géneros, simplemente sé sincera con lo que sientes, con lo que te hace feliz, en la medida que apliques esto podrás dejar de cuestionar, de sectorizar y entenderás que todos somos tan iguales como diferentes y que la forma en que amas es tan natural como el estilo de vida que forja cada persona para sentirse plena.
Esperando que estas líneas sirvan para que en adelante no se pidan ni se deban dar más explicaciones de algo que, sabemos, existe, o que al menos haga de ti una persona más libre, sin tabúes ni ataduras, te la deja afectuosamente tu hermano: Filos
Iosl Rákover habla a Dios. (Zvi Kolitz)
La imagen de casas, autos y cuentas bancarias es la que viaja a la mente de cualquiera cuando pronunciamos testamento, pero ¿será que hemos aprendido a separar completamente lo físico de lo intangible? Iosl Rákover quiso destrozar esta costumbre cuando lo único que dejó en el suyo fue la frustración, el miedo (aunque poco), y la espera de un final que se representaba con bombas, tanques y nazis nunca saciados de muerte.
Palabras escritas viajando en botellas como única alternativa para huir, pero sobre todo para creer que alguien sabrá de su existencia, de esa existencia que él no eligió y que confunde su cerebro y su fe, no porque ya no la sienta, sino porque no la comprende. No comprende a un Dios testigo inmóvil de la sangre y la desventaja.
En medio de muros y ventanas que pronto no estarán, extraña al sol, aunque sabe que su luz traiciona a los ocultos judíos, observa a su hija de diez años buscar un pan sumergido en la basura y a los armados intercambiándolo por sangre. Prepara su muerte planeando la de otros con la ayuda de tres botellas de bencina, su única defensa contra el mundo bélico. Así, las respiraciones se hacen menos en cada disparo, y la soledad es reemplazada por la presencia de la muerte que, para algunos, representa la libertad.
Por supuesto, la segunda guerra mundial no resta maldad ni enjuga las manos de los miles de Hitlers que han creado y destruido con sus guerras, fracciones enteras de un mundo que parece ser guiado por la insensibilidad.
Este relato no exagera en ninguno de sus detalles y aunque la esencia es dolorosa y cruel, no es contada con tono frágil. Claro que la narrativa es dura, sin embargo, el calor del sentir humano al pensar en el sufrimiento otorga a la obra complejidad que se analiza, así como cada nueva noticia en el mundo, noticias que descritas por Iosl son heridas reabiertas a diario, heridas de hambre, de sed, de abuso.
Encontrar este escrito movilizó mentes que lo catalogaron como joya literaria, sobre todo por la enseñanza de una fe inquebrantable, y es que realmente impresiona la capacidad de creer de un judío que se empeña en hacerlo aunque su Dios parezca desear lo contrario.
Quizá esta es la razón por la que muchos se aferraron a la idea de un relato anónimo, de una historia contada por la experiencia personal, que después de traducciones, correcciones e indagaciones curiosas reveló una verdad no deseada: Iosl Rákover sufrió y murió sólo en la mente de un periodista y agente secreto, Zvi Kolitz, que estando en Buenos Aires utilizó su sentido común para reflejar en estas páginas la historia de miles de historias.
Iosl Rákover habla a Dios es, sin duda, una obra literaria excelente, que por sus inmensas semejanzas con la realidad del mundo impetuoso y hostil en el que vivimos, dificulta creer que es sólo una invención. Pero es aquí donde la libertad del lector comienza, ya que historias realmente dolorosas y penetrantes de almas pueden ser escritas por cientos, sin embargo, nunca ganará el pensamiento y la imaginación a la crueldad y a el terror que sólo los humanos podemos crear.
Mientras leía pensaba en las guerras con armas y en las que no lo son, pero que no abandonan la violencia, pensé en Dios, pero concluí con más dudas, ¿será la guerra manifestación de su grandeza?
Es por eso que el nombre de un autor realmente no importa después de ser testigos de la destrucción progresiva. No sólo en el 42 ó 45, sino ahora, 60 años después, parecen no servir de nada las armas ni la inteligencia nacional cuando la revelación de la naturaleza nos aplasta como una pisada al pasto.
Es increíble el poder de la lectura para desplegar ideas, que aunque parecen desconectadas no lo están. Así como la obra de Zvi Koilitz produjo, indirectamente, muchas más, mi pensamiento encadena palabras, reflexiones, dudas.
Debo reconocer que la historia de la búsqueda del creador de Iosl Rákover me pareció realmente enredada, pero sin ella no podría concluir diciendo que el rostro de Dios no se ha escondido, y que si estas páginas se produjeron en una tranquila habitación de hotel, ¿qué podría esperarse en medio de un espacio en la guerra?
Palabras escritas viajando en botellas como única alternativa para huir, pero sobre todo para creer que alguien sabrá de su existencia, de esa existencia que él no eligió y que confunde su cerebro y su fe, no porque ya no la sienta, sino porque no la comprende. No comprende a un Dios testigo inmóvil de la sangre y la desventaja.
En medio de muros y ventanas que pronto no estarán, extraña al sol, aunque sabe que su luz traiciona a los ocultos judíos, observa a su hija de diez años buscar un pan sumergido en la basura y a los armados intercambiándolo por sangre. Prepara su muerte planeando la de otros con la ayuda de tres botellas de bencina, su única defensa contra el mundo bélico. Así, las respiraciones se hacen menos en cada disparo, y la soledad es reemplazada por la presencia de la muerte que, para algunos, representa la libertad.
Por supuesto, la segunda guerra mundial no resta maldad ni enjuga las manos de los miles de Hitlers que han creado y destruido con sus guerras, fracciones enteras de un mundo que parece ser guiado por la insensibilidad.
Este relato no exagera en ninguno de sus detalles y aunque la esencia es dolorosa y cruel, no es contada con tono frágil. Claro que la narrativa es dura, sin embargo, el calor del sentir humano al pensar en el sufrimiento otorga a la obra complejidad que se analiza, así como cada nueva noticia en el mundo, noticias que descritas por Iosl son heridas reabiertas a diario, heridas de hambre, de sed, de abuso.
Encontrar este escrito movilizó mentes que lo catalogaron como joya literaria, sobre todo por la enseñanza de una fe inquebrantable, y es que realmente impresiona la capacidad de creer de un judío que se empeña en hacerlo aunque su Dios parezca desear lo contrario.
Quizá esta es la razón por la que muchos se aferraron a la idea de un relato anónimo, de una historia contada por la experiencia personal, que después de traducciones, correcciones e indagaciones curiosas reveló una verdad no deseada: Iosl Rákover sufrió y murió sólo en la mente de un periodista y agente secreto, Zvi Kolitz, que estando en Buenos Aires utilizó su sentido común para reflejar en estas páginas la historia de miles de historias.
Iosl Rákover habla a Dios es, sin duda, una obra literaria excelente, que por sus inmensas semejanzas con la realidad del mundo impetuoso y hostil en el que vivimos, dificulta creer que es sólo una invención. Pero es aquí donde la libertad del lector comienza, ya que historias realmente dolorosas y penetrantes de almas pueden ser escritas por cientos, sin embargo, nunca ganará el pensamiento y la imaginación a la crueldad y a el terror que sólo los humanos podemos crear.
Mientras leía pensaba en las guerras con armas y en las que no lo son, pero que no abandonan la violencia, pensé en Dios, pero concluí con más dudas, ¿será la guerra manifestación de su grandeza?
Es por eso que el nombre de un autor realmente no importa después de ser testigos de la destrucción progresiva. No sólo en el 42 ó 45, sino ahora, 60 años después, parecen no servir de nada las armas ni la inteligencia nacional cuando la revelación de la naturaleza nos aplasta como una pisada al pasto.
Es increíble el poder de la lectura para desplegar ideas, que aunque parecen desconectadas no lo están. Así como la obra de Zvi Koilitz produjo, indirectamente, muchas más, mi pensamiento encadena palabras, reflexiones, dudas.
Debo reconocer que la historia de la búsqueda del creador de Iosl Rákover me pareció realmente enredada, pero sin ella no podría concluir diciendo que el rostro de Dios no se ha escondido, y que si estas páginas se produjeron en una tranquila habitación de hotel, ¿qué podría esperarse en medio de un espacio en la guerra?
La marcha de la humanidad
La humanidad ha iniciado su marcha. La tierra es ancha y tiene que poblar a su soledad con rumores, con brazos que se entrecruzan, con cuerpos que se multiplican, con bocas que suben desde el suspiro. Al grito del gemido pasa el canto.
Llegó una nueva raza al mundo abierto de los ríos, el hombre se enfrenta a su hermano, lo somete, lo sojuzga, lo esclaviza. La antigua ley se ha roto para siempre, las leyendas se cumplen.
El viento trae las cenizas de algún incendio. El olor del miedo opaca el brillo de la mañana. Nuestros hombres se marchan.
Ahora pronunciamos las palabras con temor, en voz baja añoramos las risas, ahora sólo cantamos desde el húmedo fondo de las minas, sólo nos asomamos a la noche oscura. Hemos extraviado la ruta del cielo.
Nadie pudo recordar nuestros nombres, después el viento borró nuestros rostros, el idioma del agua fue enterrando las voces, las claves se perdieron, el silencio se cubrió de sangre.
Madre de los metales, tu oro sagrado transpira dioses nuevos que no se apiadan de nuestro temor. Marchamos otra vez con los niños cargados en la espalda, con los sueños amarrados al hombro desandando las altas soledades donde suspira el trueno.
Pero estamos aquí para contar la historia, para buscar en el brillo del sol nuevas respuestas, para crecer desde el maíz con una nueva esperanza.
¡Adelante! adelante por este camino interminable que es la gran aventura de nuestra vida.
La marcha de la humanidad es una marcha total impulsada por el tremendo anhelo de superación que tiene el hombre.
Ahí está, pues, nuestro hombre, el hombre nuestro, miserable, pero caminando, caminando hacia un futuro preciso, hacia la transformación de su vida material que le dará bases para su transformación espiritual.
Nuestra marcha empieza por los periodos más crueles. Empieza con el periodo de la situación de los negros que son trasladados a América para esclavizarlos y para sustituir una mano de obra que, en gran parte, era rebelde, que no se quería someter al invasor. Una raza indómita, una raza que después participó de una manera extraordinaria y de valor inmenso en la Revolución Mexicana; los yaquis, por ejemplo, y tantas otras razas que no se sometieron nunca y que no se han sometido todavía.
Y continúa así nuestra marcha, no se detiene, y el hombre y la mujer se unen también y forman una nueva raza, una raza diferente, rica, que recibe todas las virtudes de la raza indígena y todas las virtudes de la raza española, su heroísmo, su voluntad de lucha y su gran imaginación.
Continua, pues, adelante. La marcha sigue adelante. Es necesario tomar las armas para independizarnos y ahí va, pues, nuestra tropa nueva, con los brazos en alto, levantados, diciendo: ¡Combatiremos a quien nos combata, pero estamos luchando por la paz!
Hemos conquistado muchas cosas, pero nos falta todavía mucho por conquistar. Hemos transformado a nuestro hombre, pero nos falta mucho por transformar. Viene una marcha nueva, vacilante.
Hemos sido vencidos y hemos sido derrotados. Hay indecisión, cansancio. Parece que estaban buscando algo más allá de las posibilidades de su mundo, pero se reaniman de nuevo, vuelven de nuevo a tener entusiasmo, vuelven a tener fe, surgen por diferentes partes quienes dicen:
¡No es suficiente!, ¡No basta! Los grandes movimientos no se detienen, toman nuevas capas y toman nuevos momentos en la lucha. ¡Sigamos adelante!
Se recupera la fe, otra vez la fe. Aparece el dirigente nuevo, quien indica el camino, que grita ¡Adelante!, ¡Adelante!, ¡No nos detengamos!
La marcha de la humanidad y la marcha de la humanidad concreta en México.
¡Sigamos adelante!, ¡Vamos a terminar con esta batalla! No está concluida, nuevas condiciones históricas, nacionales e internacionales nos obligan a comprender las cosas de otra manera.
Lo que hemos hecho está bien, pero también hemos falsificado y dominado muchos de nuestros principios, pero ¡Adelante!, ¡Adelante de nuevo!
El hombre y la mujer de México y de toda América unidos en esta lucha no tendrá exactamente el mismo programa, será un programa mejor, más completo, que partirá de nuestros grandes y muy serios fracasos.
Nuestra Revolución no es una revolución cerrada, es una revolución que camina, que marcha hacia un nuevo destino y hacia una nueva vida.
Esta es la marcha de la humanidad que estamos presenciando.
La Marcha de la Humanidad, el mural más grande del mundo.
2,400 m2 de arte tridimensional
David Alfaro Sequeiros
Llegó una nueva raza al mundo abierto de los ríos, el hombre se enfrenta a su hermano, lo somete, lo sojuzga, lo esclaviza. La antigua ley se ha roto para siempre, las leyendas se cumplen.
El viento trae las cenizas de algún incendio. El olor del miedo opaca el brillo de la mañana. Nuestros hombres se marchan.
Ahora pronunciamos las palabras con temor, en voz baja añoramos las risas, ahora sólo cantamos desde el húmedo fondo de las minas, sólo nos asomamos a la noche oscura. Hemos extraviado la ruta del cielo.
Nadie pudo recordar nuestros nombres, después el viento borró nuestros rostros, el idioma del agua fue enterrando las voces, las claves se perdieron, el silencio se cubrió de sangre.
Madre de los metales, tu oro sagrado transpira dioses nuevos que no se apiadan de nuestro temor. Marchamos otra vez con los niños cargados en la espalda, con los sueños amarrados al hombro desandando las altas soledades donde suspira el trueno.
Pero estamos aquí para contar la historia, para buscar en el brillo del sol nuevas respuestas, para crecer desde el maíz con una nueva esperanza.
¡Adelante! adelante por este camino interminable que es la gran aventura de nuestra vida.
La marcha de la humanidad es una marcha total impulsada por el tremendo anhelo de superación que tiene el hombre.
Ahí está, pues, nuestro hombre, el hombre nuestro, miserable, pero caminando, caminando hacia un futuro preciso, hacia la transformación de su vida material que le dará bases para su transformación espiritual.
Nuestra marcha empieza por los periodos más crueles. Empieza con el periodo de la situación de los negros que son trasladados a América para esclavizarlos y para sustituir una mano de obra que, en gran parte, era rebelde, que no se quería someter al invasor. Una raza indómita, una raza que después participó de una manera extraordinaria y de valor inmenso en la Revolución Mexicana; los yaquis, por ejemplo, y tantas otras razas que no se sometieron nunca y que no se han sometido todavía.
Y continúa así nuestra marcha, no se detiene, y el hombre y la mujer se unen también y forman una nueva raza, una raza diferente, rica, que recibe todas las virtudes de la raza indígena y todas las virtudes de la raza española, su heroísmo, su voluntad de lucha y su gran imaginación.
Continua, pues, adelante. La marcha sigue adelante. Es necesario tomar las armas para independizarnos y ahí va, pues, nuestra tropa nueva, con los brazos en alto, levantados, diciendo: ¡Combatiremos a quien nos combata, pero estamos luchando por la paz!
Hemos conquistado muchas cosas, pero nos falta todavía mucho por conquistar. Hemos transformado a nuestro hombre, pero nos falta mucho por transformar. Viene una marcha nueva, vacilante.
Hemos sido vencidos y hemos sido derrotados. Hay indecisión, cansancio. Parece que estaban buscando algo más allá de las posibilidades de su mundo, pero se reaniman de nuevo, vuelven de nuevo a tener entusiasmo, vuelven a tener fe, surgen por diferentes partes quienes dicen:
¡No es suficiente!, ¡No basta! Los grandes movimientos no se detienen, toman nuevas capas y toman nuevos momentos en la lucha. ¡Sigamos adelante!
Se recupera la fe, otra vez la fe. Aparece el dirigente nuevo, quien indica el camino, que grita ¡Adelante!, ¡Adelante!, ¡No nos detengamos!
La marcha de la humanidad y la marcha de la humanidad concreta en México.
¡Sigamos adelante!, ¡Vamos a terminar con esta batalla! No está concluida, nuevas condiciones históricas, nacionales e internacionales nos obligan a comprender las cosas de otra manera.
Lo que hemos hecho está bien, pero también hemos falsificado y dominado muchos de nuestros principios, pero ¡Adelante!, ¡Adelante de nuevo!
El hombre y la mujer de México y de toda América unidos en esta lucha no tendrá exactamente el mismo programa, será un programa mejor, más completo, que partirá de nuestros grandes y muy serios fracasos.
Nuestra Revolución no es una revolución cerrada, es una revolución que camina, que marcha hacia un nuevo destino y hacia una nueva vida.
Esta es la marcha de la humanidad que estamos presenciando.
La Marcha de la Humanidad, el mural más grande del mundo.
2,400 m2 de arte tridimensional
David Alfaro Sequeiros
Desde la ciudad
¿Qué hay pa?
Hace largo rato que tú y yo ya no estamos juntos, es increíble que a pesar de la tecnología tengamos una imagen, tú de mí y yo de ti, igual que la de hace ocho años; porque una línea telefónica no pasa de compartirnos un saludo, porque un correo electrónico no permite que te sienta y te conozca, porque con ello no alcanzas a comprender a tu pequeña. En fin, seguro tú has cambiado tanto como yo, aunque de eso no nos percatemos ni nosotros mismos, y así como tú encontraste tu sitio a unos tantos kilómetros de aquí, yo encontré el mío en esta gran casa de asfalto que alguna vez tú también habitaste.
Debo decirte que la vida aquí se sintoniza a mi ritmo o yo al de ella (ya perdí la diferencia); al principio se me hacía imposible, ¿cómo encontrar mi espacio entre tanto mundo, tanta gente? y yo tan diminuta… Pero ahora te digo que en la ciudad he descubierto muchas contradicciones que le dan sabor a la realidad, aquellas situaciones que aparentemente serían suficientes para salir huyendo de aquí, pero que en realidad son las que te hacen echar raíces y sentirte un verdadero chilango.
Por ejemplo, el transporte público puede ser tan atroz, monótono y deprimente, como puedes encontrar excitante internarte en los vagones de color naranja dejándote llevar por la corriente humana que te sumerge a una marea donde encuentras pláticas curiosas, personajes inimaginables y venta de productos tan simples y cotidianos como raros y graciosos… toda una aventura.
¡Y la lluvia papá!, la lluvia que es capaz de ocasionar inundaciones, tránsito avasallante, problemas en el metro, un mal día para los vendedores ambulantes y hasta un resfriado en algún cristiano; tan sólo idealiza esto: verla a través de una ventana como si se tratase de una obra pictórica que va cambiando a cada segundo, sentirla incluso y oler el ambiente que se despide al impactarse cada gotita contra el asfalto desquebrajado, ¿puedes imaginarte la pureza que queda impregnada en la ciudad después de que millones de gotas la han recubierto?; sí, así percibo yo la lluvia.
Y bueno, aunque esto no te agrade del todo, déjame platicarte que la fritanga chilanga, aunque no es la más sana del mundo, es deliciosa y baratísima; no sé si es el aceite añejo o los productos de baja calidad que se sumergen en él lo que la hacen tan rica al paladar, tal vez también sea el ambiente en que acostumbramos consumir estos productos: en la banqueta de una calle transitada entre el ruido y el smog, malabareando con tu plato y tu bebida; quién sabe, pero mucha gente coincide en que son mejores los tacos de guisado de Doña Tere que el bufete del Sanborns.
¿Sabes? También me encanta de este lugar la diversidad de gente, de espacios y lugares, aquí hay para todos los gustos e ideas y, por ende, la tolerancia la debes tener a flor de piel; yo por ejemplo soy un tanto introvertida y hasta antisocial (tú te diste cuenta desde hace mucho tiempo al adjudicarme ese sobrenombre, “duende autista” me llamabas cariñosamente); sin embargo, aquí el mundo respeta mis silencios, mis soledades, mis gustos y mi forma de vida.
No sé si mi estancia en esta gran urbe dure para siempre, pero estate tranquilo, creo que con todo y sus bemoles soy feliz y estoy creciendo, encontrando mi rumbo como un día a ti te tocó hacerlo. Tal vez algún día nos topemos irreconocibles, pero padre e hija al fin, yo en mi mundo atareado con un ruido silencioso, ¡ah! Y ahora con metrobús; y tú en una provincia donde has alcanzado renombre y autoridad, bien por ti.
Con todo el afecto que estos renglones te puedan hacer llegar:
Tu duende.
Hace largo rato que tú y yo ya no estamos juntos, es increíble que a pesar de la tecnología tengamos una imagen, tú de mí y yo de ti, igual que la de hace ocho años; porque una línea telefónica no pasa de compartirnos un saludo, porque un correo electrónico no permite que te sienta y te conozca, porque con ello no alcanzas a comprender a tu pequeña. En fin, seguro tú has cambiado tanto como yo, aunque de eso no nos percatemos ni nosotros mismos, y así como tú encontraste tu sitio a unos tantos kilómetros de aquí, yo encontré el mío en esta gran casa de asfalto que alguna vez tú también habitaste.
Debo decirte que la vida aquí se sintoniza a mi ritmo o yo al de ella (ya perdí la diferencia); al principio se me hacía imposible, ¿cómo encontrar mi espacio entre tanto mundo, tanta gente? y yo tan diminuta… Pero ahora te digo que en la ciudad he descubierto muchas contradicciones que le dan sabor a la realidad, aquellas situaciones que aparentemente serían suficientes para salir huyendo de aquí, pero que en realidad son las que te hacen echar raíces y sentirte un verdadero chilango.
Por ejemplo, el transporte público puede ser tan atroz, monótono y deprimente, como puedes encontrar excitante internarte en los vagones de color naranja dejándote llevar por la corriente humana que te sumerge a una marea donde encuentras pláticas curiosas, personajes inimaginables y venta de productos tan simples y cotidianos como raros y graciosos… toda una aventura.
¡Y la lluvia papá!, la lluvia que es capaz de ocasionar inundaciones, tránsito avasallante, problemas en el metro, un mal día para los vendedores ambulantes y hasta un resfriado en algún cristiano; tan sólo idealiza esto: verla a través de una ventana como si se tratase de una obra pictórica que va cambiando a cada segundo, sentirla incluso y oler el ambiente que se despide al impactarse cada gotita contra el asfalto desquebrajado, ¿puedes imaginarte la pureza que queda impregnada en la ciudad después de que millones de gotas la han recubierto?; sí, así percibo yo la lluvia.
Y bueno, aunque esto no te agrade del todo, déjame platicarte que la fritanga chilanga, aunque no es la más sana del mundo, es deliciosa y baratísima; no sé si es el aceite añejo o los productos de baja calidad que se sumergen en él lo que la hacen tan rica al paladar, tal vez también sea el ambiente en que acostumbramos consumir estos productos: en la banqueta de una calle transitada entre el ruido y el smog, malabareando con tu plato y tu bebida; quién sabe, pero mucha gente coincide en que son mejores los tacos de guisado de Doña Tere que el bufete del Sanborns.
¿Sabes? También me encanta de este lugar la diversidad de gente, de espacios y lugares, aquí hay para todos los gustos e ideas y, por ende, la tolerancia la debes tener a flor de piel; yo por ejemplo soy un tanto introvertida y hasta antisocial (tú te diste cuenta desde hace mucho tiempo al adjudicarme ese sobrenombre, “duende autista” me llamabas cariñosamente); sin embargo, aquí el mundo respeta mis silencios, mis soledades, mis gustos y mi forma de vida.
No sé si mi estancia en esta gran urbe dure para siempre, pero estate tranquilo, creo que con todo y sus bemoles soy feliz y estoy creciendo, encontrando mi rumbo como un día a ti te tocó hacerlo. Tal vez algún día nos topemos irreconocibles, pero padre e hija al fin, yo en mi mundo atareado con un ruido silencioso, ¡ah! Y ahora con metrobús; y tú en una provincia donde has alcanzado renombre y autoridad, bien por ti.
Con todo el afecto que estos renglones te puedan hacer llegar:
Tu duende.
A SANGRE FRÍA de Truman Capote
Un historia tan real que pareciera inventada es la que Truman Capote trasladó a lo que ahora conocemos como la obra literaria A Sangre Fría; perfecta combinación de novela y periodismo invadida de detalles, nunca prescindibles, que nos presentan casi de manera íntima a los personajes:
Hurbert, el padre generoso, inteligente, exitoso y, por supuesto, eterno seguidor de su religión: la metodista; Bonnie, una madre permanentemente enferma, nostálgica por sus memorias, pero con valor reprimido, era aparentemente feliz; Kenyon, ese hijo extraño, incomprensible, pero obediente siempre y Nancy, la hija desesperadamente buena, siempre ayudando y regalando premios a sus padres, en fin, “una linda familia".
La perfección del linaje Clutter era tal - por lo menos socialmente - que nadie en el pequeño pueblo de Holcomb, Kansas imaginó que ocuparían primera plana del New York Times, y menos por haber sido brutalmente asesinados.
Imágenes y textos de la tragedia plasmados en los diarios impactaron también la mente de Capote, incitándolo a realizar un trabajo de investigación de seis años, una novela que esta vez no sería producto de sus fantasías.
Así, narrando simultáneamente la cotidianeidad de Holcomb con el trayecto por carreteras y caminos de Perry y Dick, autores del crimen, Truman recorre también y nos hace recorrer la casa Clutter esa noche de 1959…el baño, la silla, la soga, los disparos, la sangre son imágenes creadas por su excelente descripción, pero, sin duda, lo que hace diferente y especial a A Sangre Fría es la indagación, el trabajo policiaco y el periodístico de un escritor involucrado que nunca necesito mención.
El final, igual de cruel que el crimen en sí, deja aún después de la última página, ideas y reflexiones y ¿Cómo no habría de hacerlo? si la condición humana perece incluir el deseo de matar, con o sin justificación, pero matar al fin…
***
La muerte, única situación que nos unifica y que encuentra innumerables maneras de manifestarse, desde la más sangrienta, trágica, casi impensable hasta aquella que incluso parece disfrutarse.
El caso es que nos hemos atrevido a suplirla, o mejor dicho, a obligar su presencia, nos sentimos poderosos, inmunes; no me atrevería jamás a juzgarlo, pero sí a cuestionar las razones.
¿Será que la enorme capacidad que tenemos de retener hasta de manera inconsciente lo que nos lastimó alguna vez, lo que no se realizó jamás, es lo que invita a matar o a querer morir?
Esta idea se confunde cuando vuelves la mirada al que ahora está muerto, asesinado, la agonía comienza para el vivo, la sociedad se encargará de ello; si en esos recuerdos archivados existe el desprecio, la humillación y por supuesto el castigo, después de cometer un crimen volverás a rodearte de lo mismo.
No se piense que apruebo la muerte obligada, pero ¿la muerte sólo puede castigarse con muerte? Si todo lo matamos, de todo nos creemos dueños. Recuerdo la frase que alguna vez dijo Rosario Castellanos: "Damos vida sólo a lo que odiamos, matamos lo que amamos y lo demás no ha estado vivo nunca…”
Un rol bien o mal jugado socialmente no da la facultad para decidir el final de la vida, que además no es la tuya, pero no se juzgará ni rechazará al que firmó la orden, quizá hasta agradecerán al responsable por quitar escorias sociales; todo está bien, se realizaron los trámites correspondientes, no es asesinato, es legal.
En alguna página de A Sangre Fría se dice que en la silla eléctrica jamás se ha sentado un rico, coincido. La ley es diferente para cada país, para cada situación, para cada cuenta bancaria.
En México no existe la pena de muerte, por lo menos no en legalmente, y eso no nos resta maldad, instinto de ser superiores, de eliminar al que estorba, de vendernos y vender vidas; tampoco existe la eutanasia y es más que cotidiana, aunque aquí entraría otro concepto: humanidad, solidaridad ante el sufrimiento y es que en muchos de los casos no se puede catalogar como asesinato, ¿en qué casos? no me preguntes, también pertenezco al gigantesco grupo de humanos confundidos.
Volvemos al principio y comprobamos que la muerte y la violencia no se alejarán de ti por ser el mejor de los padres, aunque hayas construido la iglesia y cuides a tu esposa enferma, ¿Quién te ha hecho creer que eres más que aquel que murió afuera de un bar? Quizá los mismos que ahora dirán que no merecías morir así, ¿y por qué no? ¿Por qué no es justo? No se si algo es justo, es mas, no se si eso exista.
Incalculables veces he creído que no hay igualdad, nunca la habrá, sólo con la muerte que nos pone en la misma desventaja a todos
La muerte, única situación que nos unifica y que encuentra innumerables maneras de manifestarse, desde la más sangrienta, trágica, casi impensable hasta aquella que incluso parece disfrutarse.
El caso es que nos hemos atrevido a suplirla, o mejor dicho, a obligar su presencia, nos sentimos poderosos, inmunes; no me atrevería jamás a juzgarlo, pero sí a cuestionar las razones.
¿Será que la enorme capacidad que tenemos de retener hasta de manera inconsciente lo que nos lastimó alguna vez, lo que no se realizó jamás, es lo que invita a matar o a querer morir?
Esta idea se confunde cuando vuelves la mirada al que ahora está muerto, asesinado, la agonía comienza para el vivo, la sociedad se encargará de ello; si en esos recuerdos archivados existe el desprecio, la humillación y por supuesto el castigo, después de cometer un crimen volverás a rodearte de lo mismo.
No se piense que apruebo la muerte obligada, pero ¿la muerte sólo puede castigarse con muerte? Si todo lo matamos, de todo nos creemos dueños. Recuerdo la frase que alguna vez dijo Rosario Castellanos: "Damos vida sólo a lo que odiamos, matamos lo que amamos y lo demás no ha estado vivo nunca…”
Un rol bien o mal jugado socialmente no da la facultad para decidir el final de la vida, que además no es la tuya, pero no se juzgará ni rechazará al que firmó la orden, quizá hasta agradecerán al responsable por quitar escorias sociales; todo está bien, se realizaron los trámites correspondientes, no es asesinato, es legal.
En alguna página de A Sangre Fría se dice que en la silla eléctrica jamás se ha sentado un rico, coincido. La ley es diferente para cada país, para cada situación, para cada cuenta bancaria.
En México no existe la pena de muerte, por lo menos no en legalmente, y eso no nos resta maldad, instinto de ser superiores, de eliminar al que estorba, de vendernos y vender vidas; tampoco existe la eutanasia y es más que cotidiana, aunque aquí entraría otro concepto: humanidad, solidaridad ante el sufrimiento y es que en muchos de los casos no se puede catalogar como asesinato, ¿en qué casos? no me preguntes, también pertenezco al gigantesco grupo de humanos confundidos.
Volvemos al principio y comprobamos que la muerte y la violencia no se alejarán de ti por ser el mejor de los padres, aunque hayas construido la iglesia y cuides a tu esposa enferma, ¿Quién te ha hecho creer que eres más que aquel que murió afuera de un bar? Quizá los mismos que ahora dirán que no merecías morir así, ¿y por qué no? ¿Por qué no es justo? No se si algo es justo, es mas, no se si eso exista.
Incalculables veces he creído que no hay igualdad, nunca la habrá, sólo con la muerte que nos pone en la misma desventaja a todos
Un poco loco
Privación del juicio o del uso de la razón. Acción de gran desconcierto. Exaltación del ánimo producida por algún efecto. Demencia, enajenación, aberración, disparate. Con esto me encontré en un diccionario; suena feo, desastroso, tosco, indeseable, raro, nada propio para el único ser pensante sobre la faz… señoras y señores, con ustedes: la locura.
De ser una persona, sería tal vez una mujer de rara belleza, en edad de plenitud, distante de lo terrenal, con un universo propio que se ha forjado a fuerza de experiencias, buenas, malas. Va caminando por una calle de asfalto azul, parlando con sus propios personajes en un lenguaje que sólo ella conoce porque puede que si la ves reír, algo le aqueja y si te enseña la lengua no lo tomes agresivo, le simpatizas; es decir, con contradicciones que le permiten seguir en pie y bien. Amante de lo amorfo, lo metafísico y de lo simple y extraordinario.
A lo largo de la historia, los hombres han ansiado la racionalidad en su máxima expresión, sin embargo, de repente la realidad a la que nos enfrentamos es tan densa, cruda, profunda o inexplicable que buscamos salidas, rutas de escape y esclarecimientos que encontramos sólo dentro de nosotros mismos. Es necesario excavar en nuestros recuerdos, imaginar, e incluso dar por hecho que nuestras ideas oníricas son verdaderas y hacer caso al espacio que se ha plantado en nuestro ser… la locura no es enajenación, es introspección.
“… y allí estaba yo, en el claro circular y blanco de un bosque encantado, dándole gracias al Señor, de cara al cielo y con los ojos abiertos.”
Fernando del Paso
Los deseos son cosas o situaciones que ansiamos y que no tenemos, es decir, que están lejos de nuestra realidad; la demencia, es verdad, nos aleja de la realidad, nos acerca más a nuestros deseos y, por ende, nos lleva de la mano para obtener aquello que deseamos, abre las puertas de nuestra creatividad, de nuestro ingenio y permite que hagamos cosas increíblemente prodigiosas. Además, inmersos en un mundo lento, apático y lleno de situaciones que degradan el valor humano, hay quienes se valen de la locura, no para hacerse a un lado y vivir engañados, no, más bien para atreverse a dar pasos que, saben, van a cambiar aunque sea algo de su entorno, incluso con toda la corriente en contra suya… la locura no son disparates, son agallas.
“Y si el resto de la gente se oscurece y desvanecen sus certezas y se venden, y si es cómodo callar y no gritar cuando les muerde lo que saben que les puede, yo te juro que me lanzo hasta el vacío y defiendo con la vida lo que es mío; y si el resto de la gente se envenena, y si el resto de la gente ya no sueña, tú quédate a mi lado y sé mi estrella.”
Jannette Chao
No es factible tomarte tan en serio todo lo que viene de la vida, en frustraciones se te iría la propia existencia si te movieras de ese modo, es verdad que estar aquí es un misterio, que hay que planear lo que quieres hacer en este terreno y que, claro, debes tener bien claro lo que quieres y tienes que querer ser alguien importante; y tienes que seguir normas, normas con la familia, en la escuelas, en la sociedad, en la Iglesia y, por favor, “no hagas cosa buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas”, que tienes que encontrar tu equilibrio mental, físico, espiritual, dar imagen de buena persona…
Bendito Dios que existe la locura para que todo eso que implica ser humano sea llevadero y hasta disfrutable, porque te pone en un punto de levedad y relajación que ni los más cuerdos se resisten a ella… la locura no es desastre, es deleite.
“A lo loco es una frase que esta de moda y se escucha en todas partes y a todas horas; es la frase preferida de la buena sociedad y aunque usted no se lo crea contagiado me dirá: a lo loco se vive mejor.”
Jarabe de Palo
Y sí, puede que esto de la demencia sea una enfermedad, sin embargo, una enfermedad necesaria para sobrevivir, por donde se quiera ver te sugiere libertad, desapego a los paradigmas sociales tan asfixiantes que son implantados por meros prejuicios y, por que no, el espejo de nuestra propia alma.
“… y estoy enferma, pero enferma de rosas deshojadas, de arcoiris que se me clavan en el pecho, de astros y auroras boreales que se me meten por los ojos para iluminar mi delirio.”
ROSARIO CASTELLANOS, el hubiera que sí existe
El día ha transcurrido lentamente esta vez, pero la hora se acerca, sé muy bien que será difícil y en mí se enfrentan todas las emociones que llevo siempre, aunque dormidas. Los nervios contra el anhelo de años de que esto sucediera, y ahora que es real sólo quiero hacerlo correctamente, aprovecharlo, dar lo mejor de mí como mujer, como periodista, como mexicana…es impresionante la admiración que le tengo a esta mujer, no sólo por su trabajo valiosísimo en muchos aspectos, sino por la persona completa, la que ha creado un mundo en el que cabemos todos, la que con sus obras ha dejado algo mucho más grande que la tinta sobre el papel.
Ya voy en camino. Mi destino: una cafetería un tanto bohemia ubicada cerca de la plazuela central de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas. Esta noche tengo una fiesta en el estómago, estoy tan feliz que me gustaría que todos lo supieran, que notaran que por fin lo logré, que lo conseguí, conseguí entrevistar a Rosario Castellanos…
Ya estoy en el lugar, aun falta media hora para que ella llegue, así que aprovecho para prepararme, elijo la mesa para cuatro personas al fondo donde llega ese exquisito olor a café de grano, reviso las pilas de mi grabadora, la libreta, la pluma, las preguntas, todo está listo. Faltan unos cuantos minutos, me consuela saber que Rosario acostumbra ser puntual y una vez más estoy tambaleando los dedos sobre el mantel azul.
El sonido de un trueno regresa mi mente a la cafetería y cuando vuelvo la mirada hacia la puerta, ahí está, con una gabardina gris, su pelo corto, su mirada que invita a sonreírle, más sencilla de lo que esperaba, pero nunca una mujer común.
"Yo soy una señora... Más o menos fea, depende de la mano que aplica el maquillaje”.
Nunca antes tuve la oportunidad de presentarme ante ella, así que obviamente aprovecho la ocasión. Es un poco extraño, he olvidado mi nerviosismo, ahora siento como si estuviera con mi tía o con una gran amiga que conocí en la universidad; todo provocado por ese carisma que la caracteriza, su humildad, sus ojos sinceros, su voz un poco rasposa, y su asombrosa capacidad de pronunciar siempre las palabras adecuadas me invitan a tomar un café mientras ella opta por una taza de espumoso chocolate. El ambiente me dice que tendré una agradable y, espero, larga charla…
-Al ver a los niños indígenas que vivían cerca de mi casa convertidos en unos hombres, volver a sentir esa solidaridad y compromiso con ellos porque sigo sintiendo rabia al ver como este México globalizado y capitalista se empeña en olvidar nuestras raíces, nuestro origen, la base de lo que somos y de nuestra cultura. Guerrillas, descuido en el campo, falta de educación de los pueblos indígenas y, el problema que considero más grave: la falta de valoración de sus tradiciones, costumbres, lengua, ideología, en fin, todo lo que los convierte en la esencia de nuestra patria. Por ello, me reconforta mucho estar cerca de mi pueblo, nuestro pueblo porque sé que no me quedaré con las manos cruzadas, poco o mucho, pero voy a hacer algo como siempre lo he hecho, y si éste fuera el momento de mi muerte, estaría satisfecha porque sabe Dios que hice mi parte, con mi pluma y con mi voz, en pro de la especie humana. Sí, merezco una primavera. No le debo nada a nadie…
Al referirte a la especie humana, te has enfocado en grupos específicos, uno de ellos es el conformado por las mujeres y el feminismo en México ¿Cómo reflejas esto en tus obras literarias y qué buscas con ello?
-En mis ensayos y poesías reflejo la situación de muchas mujeres, y algo que yo llamo la doble condición: ser mujer y mexicana. A simple vista esto no parece ser un problema, pero la mujer en México ha sido educada para hacer feliz y no para ser feliz; ella misma adopta actitudes que la humillan, la desvalorizan y la limitan, aunque al mismo tiempo, una fuerza interna les grita sus esperanzas más profundas que sólo desean manifestarse, de este modo se integran a un juego eterno donde los participantes son la aceptación y la resistencia. Cuando me refiero al feminismo como tal, intento transmitir una idea de equidad y complemento entre hombre y mujer , concienciar a las mexicanas y resaltar su parte creativa, humana, femenina, crítica y sensible; pero el reto es lograr que lo entiendan, lo crean y desde esa perspectiva lo apliquen en su vida y encuentren su lugar en el mundo como lo que son, no más, no menos que los hombres, simplemente diferentes…Quiero plasmar en una hoja de papel el ser y el sentir de las mujeres, sin embargo, para escribir como una mujer es preciso olvidar que se es mujer….
Indudablemente, tus obras nos dejan y han dejado un sello e ideología muy especial. ¿A ti qué obra te ha hecho sentir esa magia de la conexión palabra-emoción-pensamiento?
-*Muerte sin fin*, de José Gorostiza me produjo una conmoción de la que no me he repuesto nunca, es mas, bajo su estímulo inmediato, aunque como influjo no se note, escribí en una semana *Trayectoria del polvo* que intenta ser una especie de resumen de mis conocimientos sobre la vida, sobre mí misma y sobre los demás. Supuse que la mejor manera de expresarme era el poema largo, de gran aliento, aunque yo no lo tuviera. De aquel poemario es la frase "Hoy es en mí la muerte muy pequeña y grande la esperanza”
¿Cómo concibes a la muerte?
-Muertos estamos todos aunque respiremos y nuestro corazón lata fuerte. Cada vez que algo nos apasiona, nos llena y logra provocar en nosotros el sentimiento más profundo, real e incomprensible, que es el amor, nos hace vulnerables y entonces, de repente tenemos miedo, ignoramos por qué, pero ahí está, tal vez sea miedo a ser feliz o a conocer una parte nuestra que ni siquiera sabíamos que pudiéramos desarrollar, entonces simplemente nos alejamos, todo lo conflictuamos, discutimos, lo negamos, en una palabra: matamos, matamos lo que amamos y damos vida sólo a lo que odiamos.
En cuanto a la muerte física, siempre he creído que existe un mundo mejor que este, donde cabemos todos, así que pienso, quizá muy inocentemente, que todos llegaremos a esa vida donde la palabra y el pensamiento serán más grandes, fuertes y poderosos que cualquier arma, desigualdad, racismo o bomba atómica….
¿Consideras a la guerra y a la violencia los móviles de la creciente destrucción de la vida y el mundo?
-Antes de la guerra y la violencia existe algo más: el odio; como te mencionaba, el hombre tiene el instinto de desarrollar a gran escala su odio, es lo que paradójicamente lo mantiene vivo, lo obliga a pensar, a conocer, a planear, lo transforma en una máquina de destrucción en busca de poder a costa de lo que sea. Definitivamente este es el mal del mundo, cuando aprendamos a amar, a disfrutar, a sonreír y nos demos cuenta de que todos somos iguales, entonces el mundo dará más vueltas, pero para festejar (risas).
En mi mente vuelan decenas de preguntas, de dudas, pero sin sentirme aun preparada por no tener una pregunta bien estructurada, de mi boca sale una palabra: Soledad
Para mi sorpresa, el rostro de Rosario se endurece, sus ojos se entrecierran mirando la ventana al fondo del corredor mientras sus manos juguetean con la taza, algunos segundos de silencio me hacen sentir una culpa aunque, en realidad no entiendo lo que provoca esa palabra que pronuncié espontáneamente, entonces ella decide explicarme sus razones.
-Es un poco cómico, pero esta vez responderé a tu pregunta y a otra que no me has hecho: ¿Por qué y para qué escribo? Es obvio. Escribo porque yo, un día, adolescente, me incliné ante un espejo y no había nadie. ¿Te das cuenta? El vacío. La soledad….
Después de darme la contestación más corta y rápida de toda la plática, y dejándome verdaderamente sorprendida de la claridad y precisión de sus palabras, ella se levanta, me mira cordialmente como agradeciendo que mis oídos la escucharan esta noche, extiende su mano sobre mi hombro causándome una sensación de absoluta tranquilidad, paz y alegría, se conduce a la puerta del lugar y, antes de que mi cuerpo y mente decidan reaccionar, ella se marcha.
Mi entrevista resultó aportar más de lo que esperaba, miro mi libreta y está en blanco, mi pluma cayó accidentalmente al piso sin darme cuenta y mi grabadora, tal vez no la necesite nunca ya que más que una entrevista de labor periodístico, fue la charla más agradable y enriquecedora que he tenido.
Ya pasaron dos años después de esa ocasión mágica, ahora sentada en el sillón de la sala hojeo el periódico, y tristemente mis ojos leen: Víctima de una descarga eléctrica, la gran escritora mexicana Rosario Castellanos murió…
Ya voy en camino. Mi destino: una cafetería un tanto bohemia ubicada cerca de la plazuela central de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas. Esta noche tengo una fiesta en el estómago, estoy tan feliz que me gustaría que todos lo supieran, que notaran que por fin lo logré, que lo conseguí, conseguí entrevistar a Rosario Castellanos…
Ya estoy en el lugar, aun falta media hora para que ella llegue, así que aprovecho para prepararme, elijo la mesa para cuatro personas al fondo donde llega ese exquisito olor a café de grano, reviso las pilas de mi grabadora, la libreta, la pluma, las preguntas, todo está listo. Faltan unos cuantos minutos, me consuela saber que Rosario acostumbra ser puntual y una vez más estoy tambaleando los dedos sobre el mantel azul.
El sonido de un trueno regresa mi mente a la cafetería y cuando vuelvo la mirada hacia la puerta, ahí está, con una gabardina gris, su pelo corto, su mirada que invita a sonreírle, más sencilla de lo que esperaba, pero nunca una mujer común.
"Yo soy una señora... Más o menos fea, depende de la mano que aplica el maquillaje”.
Nunca antes tuve la oportunidad de presentarme ante ella, así que obviamente aprovecho la ocasión. Es un poco extraño, he olvidado mi nerviosismo, ahora siento como si estuviera con mi tía o con una gran amiga que conocí en la universidad; todo provocado por ese carisma que la caracteriza, su humildad, sus ojos sinceros, su voz un poco rasposa, y su asombrosa capacidad de pronunciar siempre las palabras adecuadas me invitan a tomar un café mientras ella opta por una taza de espumoso chocolate. El ambiente me dice que tendré una agradable y, espero, larga charla…
-Al ver a los niños indígenas que vivían cerca de mi casa convertidos en unos hombres, volver a sentir esa solidaridad y compromiso con ellos porque sigo sintiendo rabia al ver como este México globalizado y capitalista se empeña en olvidar nuestras raíces, nuestro origen, la base de lo que somos y de nuestra cultura. Guerrillas, descuido en el campo, falta de educación de los pueblos indígenas y, el problema que considero más grave: la falta de valoración de sus tradiciones, costumbres, lengua, ideología, en fin, todo lo que los convierte en la esencia de nuestra patria. Por ello, me reconforta mucho estar cerca de mi pueblo, nuestro pueblo porque sé que no me quedaré con las manos cruzadas, poco o mucho, pero voy a hacer algo como siempre lo he hecho, y si éste fuera el momento de mi muerte, estaría satisfecha porque sabe Dios que hice mi parte, con mi pluma y con mi voz, en pro de la especie humana. Sí, merezco una primavera. No le debo nada a nadie…
Al referirte a la especie humana, te has enfocado en grupos específicos, uno de ellos es el conformado por las mujeres y el feminismo en México ¿Cómo reflejas esto en tus obras literarias y qué buscas con ello?
-En mis ensayos y poesías reflejo la situación de muchas mujeres, y algo que yo llamo la doble condición: ser mujer y mexicana. A simple vista esto no parece ser un problema, pero la mujer en México ha sido educada para hacer feliz y no para ser feliz; ella misma adopta actitudes que la humillan, la desvalorizan y la limitan, aunque al mismo tiempo, una fuerza interna les grita sus esperanzas más profundas que sólo desean manifestarse, de este modo se integran a un juego eterno donde los participantes son la aceptación y la resistencia. Cuando me refiero al feminismo como tal, intento transmitir una idea de equidad y complemento entre hombre y mujer , concienciar a las mexicanas y resaltar su parte creativa, humana, femenina, crítica y sensible; pero el reto es lograr que lo entiendan, lo crean y desde esa perspectiva lo apliquen en su vida y encuentren su lugar en el mundo como lo que son, no más, no menos que los hombres, simplemente diferentes…Quiero plasmar en una hoja de papel el ser y el sentir de las mujeres, sin embargo, para escribir como una mujer es preciso olvidar que se es mujer….
Indudablemente, tus obras nos dejan y han dejado un sello e ideología muy especial. ¿A ti qué obra te ha hecho sentir esa magia de la conexión palabra-emoción-pensamiento?
-*Muerte sin fin*, de José Gorostiza me produjo una conmoción de la que no me he repuesto nunca, es mas, bajo su estímulo inmediato, aunque como influjo no se note, escribí en una semana *Trayectoria del polvo* que intenta ser una especie de resumen de mis conocimientos sobre la vida, sobre mí misma y sobre los demás. Supuse que la mejor manera de expresarme era el poema largo, de gran aliento, aunque yo no lo tuviera. De aquel poemario es la frase "Hoy es en mí la muerte muy pequeña y grande la esperanza”
¿Cómo concibes a la muerte?
-Muertos estamos todos aunque respiremos y nuestro corazón lata fuerte. Cada vez que algo nos apasiona, nos llena y logra provocar en nosotros el sentimiento más profundo, real e incomprensible, que es el amor, nos hace vulnerables y entonces, de repente tenemos miedo, ignoramos por qué, pero ahí está, tal vez sea miedo a ser feliz o a conocer una parte nuestra que ni siquiera sabíamos que pudiéramos desarrollar, entonces simplemente nos alejamos, todo lo conflictuamos, discutimos, lo negamos, en una palabra: matamos, matamos lo que amamos y damos vida sólo a lo que odiamos.
En cuanto a la muerte física, siempre he creído que existe un mundo mejor que este, donde cabemos todos, así que pienso, quizá muy inocentemente, que todos llegaremos a esa vida donde la palabra y el pensamiento serán más grandes, fuertes y poderosos que cualquier arma, desigualdad, racismo o bomba atómica….
¿Consideras a la guerra y a la violencia los móviles de la creciente destrucción de la vida y el mundo?
-Antes de la guerra y la violencia existe algo más: el odio; como te mencionaba, el hombre tiene el instinto de desarrollar a gran escala su odio, es lo que paradójicamente lo mantiene vivo, lo obliga a pensar, a conocer, a planear, lo transforma en una máquina de destrucción en busca de poder a costa de lo que sea. Definitivamente este es el mal del mundo, cuando aprendamos a amar, a disfrutar, a sonreír y nos demos cuenta de que todos somos iguales, entonces el mundo dará más vueltas, pero para festejar (risas).
En mi mente vuelan decenas de preguntas, de dudas, pero sin sentirme aun preparada por no tener una pregunta bien estructurada, de mi boca sale una palabra: Soledad
Para mi sorpresa, el rostro de Rosario se endurece, sus ojos se entrecierran mirando la ventana al fondo del corredor mientras sus manos juguetean con la taza, algunos segundos de silencio me hacen sentir una culpa aunque, en realidad no entiendo lo que provoca esa palabra que pronuncié espontáneamente, entonces ella decide explicarme sus razones.
-Es un poco cómico, pero esta vez responderé a tu pregunta y a otra que no me has hecho: ¿Por qué y para qué escribo? Es obvio. Escribo porque yo, un día, adolescente, me incliné ante un espejo y no había nadie. ¿Te das cuenta? El vacío. La soledad….
Después de darme la contestación más corta y rápida de toda la plática, y dejándome verdaderamente sorprendida de la claridad y precisión de sus palabras, ella se levanta, me mira cordialmente como agradeciendo que mis oídos la escucharan esta noche, extiende su mano sobre mi hombro causándome una sensación de absoluta tranquilidad, paz y alegría, se conduce a la puerta del lugar y, antes de que mi cuerpo y mente decidan reaccionar, ella se marcha.
Mi entrevista resultó aportar más de lo que esperaba, miro mi libreta y está en blanco, mi pluma cayó accidentalmente al piso sin darme cuenta y mi grabadora, tal vez no la necesite nunca ya que más que una entrevista de labor periodístico, fue la charla más agradable y enriquecedora que he tenido.
Ya pasaron dos años después de esa ocasión mágica, ahora sentada en el sillón de la sala hojeo el periódico, y tristemente mis ojos leen: Víctima de una descarga eléctrica, la gran escritora mexicana Rosario Castellanos murió…
Sin título
¿Sabes? Me gusta el arte
Y me encantas tú dentro de él.
Me gusta el arte en tus manos
Y me gusta la obra que de ti,
Mi artista predilecto, brota y me sonríe…
Me exceden tus formas, cada mirada,
Tus frases más usadas,
Me puedes tú.
Ya píntame en tú lienzo,
Soy tu piedra, dame forma,
Armoniza estas notas deshiladas que te ofrezco
Instálame, declámame
Y déjame también interpretarte…
Te propuse como musa, artista
Y obra de todo esto
Y el corazón está de acuerdo.
Y me encantas tú dentro de él.
Me gusta el arte en tus manos
Y me gusta la obra que de ti,
Mi artista predilecto, brota y me sonríe…
Me exceden tus formas, cada mirada,
Tus frases más usadas,
Me puedes tú.
Ya píntame en tú lienzo,
Soy tu piedra, dame forma,
Armoniza estas notas deshiladas que te ofrezco
Instálame, declámame
Y déjame también interpretarte…
Te propuse como musa, artista
Y obra de todo esto
Y el corazón está de acuerdo.
Maravillosa transición
Por primera vez te encuentras totalmente vulnerable, frágil.
Tu cuerpo en manos de la que te ha esperado desde tu primer latir,
negra como la imaginabas, pero más fuerte que la energía que te arranca
lava tu piel para extirpar la verdadera suciedad,
(esa que sólo puede impregnarse en esta tierra)
irónicamente con lo que dice representar la vida y la pureza,
tus poros ya no reaccionan al ser explorados por ese líquido
y tus espacios aceptan resignadamente la invasión del algodón.
Aunque falta ya muy poco,
todavía queda alguien cerca,
ese intermediario que enjuga sus manos con tu llanto imposible
y llama a tu vida para derramarla,
que vestido de blanco mancha sus ropas para entregarte perfecto
como nunca lo has sido
que toca tu fin con el látex de sus guantes inertes, como tú.
Y que te abraza con vendas para darte un poco de calor fingido.
El ritual terminado une lo blanco y lo negro, lo terreno y lo abstracto. Eterna dualidad que genera y regenera.
Temiste siempre,
temiste a todo y a todos, incluso a ti
ahora ni siquiera eso te esta permitido,
pero si en una de esas inexplicables situaciones
yo fuera la vestida de blanco
acercaría mis labios a los tuyos y diría:
No tengas miedo, solo vas a morir…
Tu cuerpo en manos de la que te ha esperado desde tu primer latir,
negra como la imaginabas, pero más fuerte que la energía que te arranca
lava tu piel para extirpar la verdadera suciedad,
(esa que sólo puede impregnarse en esta tierra)
irónicamente con lo que dice representar la vida y la pureza,
tus poros ya no reaccionan al ser explorados por ese líquido
y tus espacios aceptan resignadamente la invasión del algodón.
Aunque falta ya muy poco,
todavía queda alguien cerca,
ese intermediario que enjuga sus manos con tu llanto imposible
y llama a tu vida para derramarla,
que vestido de blanco mancha sus ropas para entregarte perfecto
como nunca lo has sido
que toca tu fin con el látex de sus guantes inertes, como tú.
Y que te abraza con vendas para darte un poco de calor fingido.
El ritual terminado une lo blanco y lo negro, lo terreno y lo abstracto. Eterna dualidad que genera y regenera.
Temiste siempre,
temiste a todo y a todos, incluso a ti
ahora ni siquiera eso te esta permitido,
pero si en una de esas inexplicables situaciones
yo fuera la vestida de blanco
acercaría mis labios a los tuyos y diría:
No tengas miedo, solo vas a morir…
Poema de muerte
Tomad mi sangre.
Tomad mi sudario de muerte y
Lo que queda de mi cuerpo.
Tomad fotografías de mi cadáver en la tumba, solo.
Enviádselas al mundo,
A los jueces y
A la gente con conciencia,
Enviadlas a los hombres de principios y mente justa.
Y dejad que carguen con su culpa, ante el mundo,
Por este alma inocente.
Dejad que pese sobre ellos, ante sus hijos y ante la historia,
Este alma inocente destruida,
Este alma que ha sufrido a manos de los "protectores de la paz".
(Poemas de Guantánamo: la voz de los detenidos)
***
"...una escopeta ajusticiará mi desdichada alma y volaré al infinito, donde el hombre no puede llegar." A. Lugo Pérez
"Standing of the shoulder of giants" I. Newton
"Por qué cruzar los brazos? ¿Por qué callar? ¿Por qué no enfrentarse a lo ineludible?"
"...la quietud se logra al avanzar todos los trechos, si el hombre es el momento la libertad se justifica."José María Mamet
"La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven."
"...no quise que algún día dijeran que huí aferrada a mi propia nada."
"El olvido me desmenuza deja en mi una resaca tibia de madrugadas lentas".
"¿Acaso no soy hombre? ¿y acaso los hombres no son estúpidos? Soy hombre, así que estoy casado: tengo esposa, hijos, casa y todo. La catástrofe completa."
"Si alguien te trasquila el corazón y te lo deja calvo como cabra, su abrigo le volverá a crecer... aunque tiemble de frío."
"Creo en las guerras como hombres de verde sin jabón en la jabonera...creo, en fin, en la tiranía del niño, feliz, ocupado y tenaz." Moncho Iglesias
"nada puede perturbar al bebé universo que aguarda pacientemente debajo de su sábana blanca. ¿Estará dormido? Esperen, creo que ha abierto un ojo..."
"Acodado en la nada un loco llora
--no sé si parará" Eduardo Milán
"Nadie de nosotros es capaz de decir cosa digna en la Tierra"
Poesía indígena de la Altiplanicie
"Enamorarse es crear una religión cuyo dios es falible" JLB
"No pum, no pam, no boom, no bang, no hambre, no power, no guerra, no gang, no hail, no bad, no gun, no war, no Bush, no trash, no ratatatá."
"Sueños sobre poder volar... no es tanto el cielo, es más el aire"
"La cultura comprende una actitud ante la vida y no únicamente es producto de una lectura desmesurada" E. Ruvalcaba
"La hidra-universo retorciendo su cuerpo escamado de astros" JLB
"Ala y vuelo, junco y mano, casa y cuerpo...Palma sobre palma,en el río lavamos el tiempo,lo echamos a volar, lo detenemos. Quién pudiera saber lo que sabemos"
"Rebusco porque ya no encuentro al ese que fui que ya no sé, y rebusco para que lo ubique y porque ya no sé si estaba ahí".
Rodrigo Flores
"Una visión de la literatura como arma, y el artista como soldado de la Revolución"
Castro R.
"Querría perderme, huir para siempre, echar a volar..."
"Cada suspiro es como un sorbo de vida del que se deshace uno"
Juan Rulfo
"La Tierra demanda el esfuerzo, la dignidad y la esperanza del hombre"
José Revueltas
"Del adiós: no se dice, acude a nuestros ojos, tiembla, se resiste; dices que esperas y sabes que el adiós es inútil y triste"
"La despedida es lo único que sabemos del cielo"
"Hay dos tipos de muerte; la triste es cuando todos te han olvidado.."
¿Cómo acompañar tu muerte?
¿Cómo presenciar tu entierro?
Tú, puñado de cenizas entre la tierra y el cielo.
(A las víctimas del holocausto)
"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque yo formo parte de la humanidad, por tanto, nunca mandes a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti"
John Donne
¿pero amarte? no mi vida, no. Me redujeron a esto, sólo a mí me amo; ámame tú, si puedes... José Regio
"¡Qué emoción descubrir los nombres de los objetos y pronunciarlos y escribirlos y apoderarse así del mundo! ¡Qué asombro cuando escuchó, por vez primera, hablar el papel!"
Oficio de tinieblas, Rosario Castellanos
Amor: La construcciónn en relación con algún otro que en algún momento te sorprendió.
Tenemos que dar fe de una cierta idea de felicidad, incluso aunque sepamos que está condenada al fracaso.
"¿Acaso los momentos más conmovedores de nuestra vida no nos encuentran sin palabras?” Marcel Marceau +
"Di un paso en el charco -en miles de piezas la luna estalló".
(Otro haikú) MILADEN VIZJAK
"Te doy una canción y digo patria, y sigo hablando para ti, te doy una canción como un disparo, como un grito, una palabra, una guerrilla... como doy el amor"
Bienvenida la virtud de estar en paz...
"Permanezco allí empapada y temo dar un paso. De todos modos, tampoco tengo a dónde ir"
Kapuscinski
¿y cuándo naciste Momo?...por lo que recuerdo, siempre he existido.
"La conducta del 'Caballero de la triste figura' es demencial, pero le devuelve a sus lectores la esperanza o, quizás, el ánimo (que bien podría llamarse romántico) de ver exaltadas las causas perdidas..."
"Todo lo que llaman Tierra, es tiempo en espera de vos..."
"Espero que la salida sea afortunada y espero no volver jamás"
Frida Kahlo.
John Donne
¿pero amarte? no mi vida, no. Me redujeron a esto, sólo a mí me amo; ámame tú, si puedes... José Regio
"¡Qué emoción descubrir los nombres de los objetos y pronunciarlos y escribirlos y apoderarse así del mundo! ¡Qué asombro cuando escuchó, por vez primera, hablar el papel!"
Oficio de tinieblas, Rosario Castellanos
Amor: La construcciónn en relación con algún otro que en algún momento te sorprendió.
Tenemos que dar fe de una cierta idea de felicidad, incluso aunque sepamos que está condenada al fracaso.
"¿Acaso los momentos más conmovedores de nuestra vida no nos encuentran sin palabras?” Marcel Marceau +
"Di un paso en el charco -en miles de piezas la luna estalló".
(Otro haikú) MILADEN VIZJAK
"Te doy una canción y digo patria, y sigo hablando para ti, te doy una canción como un disparo, como un grito, una palabra, una guerrilla... como doy el amor"
Bienvenida la virtud de estar en paz...
"Permanezco allí empapada y temo dar un paso. De todos modos, tampoco tengo a dónde ir"
Kapuscinski
¿y cuándo naciste Momo?...por lo que recuerdo, siempre he existido.
"La conducta del 'Caballero de la triste figura' es demencial, pero le devuelve a sus lectores la esperanza o, quizás, el ánimo (que bien podría llamarse romántico) de ver exaltadas las causas perdidas..."
"Todo lo que llaman Tierra, es tiempo en espera de vos..."
"Espero que la salida sea afortunada y espero no volver jamás"
Frida Kahlo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)