Un espacio para compartir ideas, donde sólo la expresión es importante y en el que también se reconoce la obra de otros en Lontananza


Un poco loco


Privación del juicio o del uso de la razón. Acción de gran desconcierto. Exaltación del ánimo producida por algún efecto. Demencia, enajenación, aberración, disparate. Con esto me encontré en un diccionario; suena feo, desastroso, tosco, indeseable, raro, nada propio para el único ser pensante sobre la faz… señoras y señores, con ustedes: la locura.
De ser una persona, sería tal vez una mujer de rara belleza, en edad de plenitud, distante de lo terrenal, con un universo propio que se ha forjado a fuerza de experiencias, buenas, malas. Va caminando por una calle de asfalto azul, parlando con sus propios personajes en un lenguaje que sólo ella conoce porque puede que si la ves reír, algo le aqueja y si te enseña la lengua no lo tomes agresivo, le simpatizas; es decir, con contradicciones que le permiten seguir en pie y bien. Amante de lo amorfo, lo metafísico y de lo simple y extraordinario.
A lo largo de la historia, los hombres han ansiado la racionalidad en su máxima expresión, sin embargo, de repente la realidad a la que nos enfrentamos es tan densa, cruda, profunda o inexplicable que buscamos salidas, rutas de escape y esclarecimientos que encontramos sólo dentro de nosotros mismos. Es necesario excavar en nuestros recuerdos, imaginar, e incluso dar por hecho que nuestras ideas oníricas son verdaderas y hacer caso al espacio que se ha plantado en nuestro ser… la locura no es enajenación, es introspección.
“… y allí estaba yo, en el claro circular y blanco de un bosque encantado, dándole gracias al Señor, de cara al cielo y con los ojos abiertos.”
Fernando del Paso

Los deseos son cosas o situaciones que ansiamos y que no tenemos, es decir, que están lejos de nuestra realidad; la demencia, es verdad, nos aleja de la realidad, nos acerca más a nuestros deseos y, por ende, nos lleva de la mano para obtener aquello que deseamos, abre las puertas de nuestra creatividad, de nuestro ingenio y permite que hagamos cosas increíblemente prodigiosas. Además, inmersos en un mundo lento, apático y lleno de situaciones que degradan el valor humano, hay quienes se valen de la locura, no para hacerse a un lado y vivir engañados, no, más bien para atreverse a dar pasos que, saben, van a cambiar aunque sea algo de su entorno, incluso con toda la corriente en contra suya… la locura no son disparates, son agallas.
“Y si el resto de la gente se oscurece y desvanecen sus certezas y se venden, y si es cómodo callar y no gritar cuando les muerde lo que saben que les puede, yo te juro que me lanzo hasta el vacío y defiendo con la vida lo que es mío; y si el resto de la gente se envenena, y si el resto de la gente ya no sueña, tú quédate a mi lado y sé mi estrella.”
Jannette Chao

No es factible tomarte tan en serio todo lo que viene de la vida, en frustraciones se te iría la propia existencia si te movieras de ese modo, es verdad que estar aquí es un misterio, que hay que planear lo que quieres hacer en este terreno y que, claro, debes tener bien claro lo que quieres y tienes que querer ser alguien importante; y tienes que seguir normas, normas con la familia, en la escuelas, en la sociedad, en la Iglesia y, por favor, “no hagas cosa buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas”, que tienes que encontrar tu equilibrio mental, físico, espiritual, dar imagen de buena persona…
Bendito Dios que existe la locura para que todo eso que implica ser humano sea llevadero y hasta disfrutable, porque te pone en un punto de levedad y relajación que ni los más cuerdos se resisten a ella… la locura no es desastre, es deleite.
“A lo loco es una frase que esta de moda y se escucha en todas partes y a todas horas; es la frase preferida de la buena sociedad y aunque usted no se lo crea contagiado me dirá: a lo loco se vive mejor.”
Jarabe de Palo

Y sí, puede que esto de la demencia sea una enfermedad, sin embargo, una enfermedad necesaria para sobrevivir, por donde se quiera ver te sugiere libertad, desapego a los paradigmas sociales tan asfixiantes que son implantados por meros prejuicios y, por que no, el espejo de nuestra propia alma.
“… y estoy enferma, pero enferma de rosas deshojadas, de arcoiris que se me clavan en el pecho, de astros y auroras boreales que se me meten por los ojos para iluminar mi delirio.”

No hay comentarios.: