“Me emociona contar cosas sin pretensiones, el no tenerle miedo a los espacios vacíos ni a las áreas mínimas, el constar que lo que pienso y lo que imagino queda en papel y es un retrato dibujado de mi mismo”...
En una sociedad como la nuestra, a la cual le gusta digerir cosas sencillas y atractivas, las líneas, curvas y colores reposados en un espacio virgen son una respuesta a nuestras exigencias de captación. Expresiones como la ilustración (plasmada en revistas, libros, publicidad, etc.) y el cómic resultan, entonces, un escaparate bastante apetitoso para nuestra imaginación.
* * * * * * * * * *
“La poca familiaridad que la gente tiene con el cómic les impide leerlo con cuidado y cuando es demasiado tarde se dan cuenta de que son discursos polémicos, esto puede parecer desventaja pero al mismo tiempo es una ventaja para los autores porque puedes jugar con esa clase de ingenuidad e ignorancia de pensar que los cómics son sólo monitos y aventuras, y da gusto poder colar alguna clase de bofetada a cualquier culpable o víctima que se te ocurra”, comenta Patricio Betteo, diseñador gráfico mexicano, respecto a las mañas y trucos que suelen usar los autores en sus discursos y dibujos para plasmar su visión en la historieta.
* * * * * * * * * *
¿Qué tanto permites que delimiten tu trabajo y cómo te vas adaptando a las cosas que te piden?
“Yo soy bastante necio y creo que para trabajo dirigido y supervisado está la ilustración porque es un medio gráfico en el que estás trabajando en sintonía con alguien más, pero cuando yo veo que la dirección viene por parte de una persona que no está en lo mismo que yo, empiezo a desconfiar porque el producto no va a ser de mutuo acuerdo, sino que va a ser una imposición. Y aunque en algunas situaciones si he “mordido el dedo” y he cedido porque necesito la “lana”, la mayoría de veces pienso que no vale la pena. En la historieta las intervenciones no me caen muy bien porque sé que yo soy capaz de resolver tanto la parte del guión como la del dibujo.
Al final, me he quedado con los clientes que menos se meten con mi trabajo, o bien, que tienen una buena dirección de arte, la dirección de arte debe tener en cuenta que el autor esta teniendo un discurso propio”.
“La historieta para mí siempre ha sido como un oasis creativo”
En una sociedad como la nuestra, a la cual le gusta digerir cosas sencillas y atractivas, las líneas, curvas y colores reposados en un espacio virgen son una respuesta a nuestras exigencias de captación. Expresiones como la ilustración (plasmada en revistas, libros, publicidad, etc.) y el cómic resultan, entonces, un escaparate bastante apetitoso para nuestra imaginación.
* * * * * * * * * *
“La poca familiaridad que la gente tiene con el cómic les impide leerlo con cuidado y cuando es demasiado tarde se dan cuenta de que son discursos polémicos, esto puede parecer desventaja pero al mismo tiempo es una ventaja para los autores porque puedes jugar con esa clase de ingenuidad e ignorancia de pensar que los cómics son sólo monitos y aventuras, y da gusto poder colar alguna clase de bofetada a cualquier culpable o víctima que se te ocurra”, comenta Patricio Betteo, diseñador gráfico mexicano, respecto a las mañas y trucos que suelen usar los autores en sus discursos y dibujos para plasmar su visión en la historieta.
* * * * * * * * * *
¿Qué tanto permites que delimiten tu trabajo y cómo te vas adaptando a las cosas que te piden?
“Yo soy bastante necio y creo que para trabajo dirigido y supervisado está la ilustración porque es un medio gráfico en el que estás trabajando en sintonía con alguien más, pero cuando yo veo que la dirección viene por parte de una persona que no está en lo mismo que yo, empiezo a desconfiar porque el producto no va a ser de mutuo acuerdo, sino que va a ser una imposición. Y aunque en algunas situaciones si he “mordido el dedo” y he cedido porque necesito la “lana”, la mayoría de veces pienso que no vale la pena. En la historieta las intervenciones no me caen muy bien porque sé que yo soy capaz de resolver tanto la parte del guión como la del dibujo.
Al final, me he quedado con los clientes que menos se meten con mi trabajo, o bien, que tienen una buena dirección de arte, la dirección de arte debe tener en cuenta que el autor esta teniendo un discurso propio”.
“La historieta para mí siempre ha sido como un oasis creativo”
La anécdota:
En una revista me dieron un espacio de historieta en el que se me ocurrió parodiar cuentos clásicos siempre acorde con el tema de portada. El primer tema fue de los sueños y ahí escogí “Alicia en el País de las Maravillas” por ser un tema muy onírico, ahí no hubo bronca. El siguiente tema fue Dios (fue justo el peor tema que me pudo haber tocado para experimentar) ahí escogí “El Mago de Oz” modificándolo a “El Mago Dios”, la idea fue jugar con la imagen de Dios como el Mago y le destiné religiones distintas a cada personaje... Los lectores brincaron, se quejaron y se canceló la sección.
Ahí lo que me cortó fue el miedo de la editorial a perder ventas; es increíble como una revista que saca un especial de sexo cada seis meses da el grito en el cielo por poner al hombre de hojalata cantando “La Guadalupana” por el camino amarillo.
Al final pensé que fue buena la cancelación antes de que empezaran a corregirme, sé que en otra oportunidad continuaré este concepto.
Cuando vas conociendo el trabajo de un autor, te das cuenta que tiene un toque especial, algunas características que lo distingue de los demás, al respecto Betteo comentó: “El estilo no lo buscas, el te encuentra; mientras más lo buscas más te frustras. El estilo es tu voz, tu personalidad y en el dibujo te tienes que ejercitar lo suficiente para que tu creatividad no se contamine por tus frustraciones técnicas. En definitiva, quien no tiene estilo es porque no ha dibujado lo suficiente o porque está buscándolo demasiado”.
Algo que también tiene que ver con el estilo de cada autor son las influencias que ha tenido desde pequeño: “Hace tiempo leí un agradecimiento de un historietista que decía ‘le agradezco a mi mamá por no haberme tirado mis historietas’... y es tan cierto esto, porque puede ser un monstruo al que se enfrentan algunos, el hecho de que en su propia casa no haya un aire de libertad para promover el gusto por la gráfica.
Afortunadamente en mi casa siempre hubo cómics, yo crecí leyendo a Mafalda y algunos súper héroes ya en la adolescencia, y en concreto, autores que me han marcado son, por ejemplo, Miñola, Kino y otros descubrimientos de autoras y autores europeos.
¿Cuál es tu proceso para la creación de una historieta?
“Consta de dos partes:
En cuanto a narrativa, empezar algo que dé pie a contar lo que pasa después; es también cuestión de autocomplacencia: que a mí mismo me inspire y que, por tanto, lo quiera continuar.
Y en cuanto a gráfica, que es lo que mas me seduce, debe ser algo original, mientras más original sea mi trabajo hay menos posibilidades de que se vea como un modo generalizado de dibujar, y eso me inspira.
Cuando no me siento estimulado en la narrativa, dejo que las imágenes hablen por si mismas y aunque carezca de lógica, la va a haber intrínsecamente por el simple hecho de que estoy dibujando lo que me gusta y esto tiene concordancia con lo que soy”.
“Suelo regodearme de más en el lado ilustrativo y esto tiende a frenar mis historias, pero me niego a dejar de lado ese gusto que tengo por ver cada imagen como una ilustración y no como un momento en el tiempo”
* * * * * * * * * *
El tema de la historieta en México resulta un tanto oscuro, he aquí la opinión de Patricio, quien ha participado como ilustrador e historietista en publicaciones como La Mosca, QUO, Switch, Cinepremiere, Rolling Stone México, Nexos, Expansión, entre otras: “El curso de la historieta depende, primero, de los autores, que a través de nuestras creaciones fomentemos una cultura historietística. Y obviamente, el punta pie inicial debe venir por parte de los capitalistas, porque cuando el terreno es tan árido, únicamente el capitalista es el que puede empezar a propulsarlo con ganas, porque la obra ya existe. Pero desgraciadamente, quienes tienen la posibilidad de hacer crecer un medio tan hermoso como es la historieta les vale madre.”
“Otra cosa que me preocupa es el contagio que existe de los Estados Unidos y de las estéticas japonesas que distraen demasiado al autor mexicano. Estoy a favor de las influencias, pero fuera del ‘quisiera ser como...’. Tienes que echarte un clavado a tu propia historia, a tus propias raíces y a partir de ellas generar algo nuevo, que va a ser bueno y va a ser tuyo.”
La aportación:
Yo aporto una visión particular que los años y las generaciones dirán si se
queda en alguien. Pero hoy por hoy, lo que estoy aportando únicamente
es mi voz y el constar que lo que pienso y lo que imagino queda en papel y
es un retrato dibujado de Patricio Betteo.
¿Qué sigue contigo?
“Mmm...ojalá supiera, pero si me obligas a contestar: no quiero dejar de dibujar nunca, se que voy a necesitar del dibujo para ser feliz; tal vez pintar, las formas tridimensionales, la música o escribir, pero siempre relacionado con la onda dibujística.
El trabajo de ilustrador puede ser agotador porque eres como un freelance de por vida y esto es preocupante a la hora de echar raíces, por eso quiero crear proyectos autosuficientes y vivir sólo de eso, y al cómic, por ser algo tan autónomo, lo veo como una posibilidad”.
El mensaje:
Para todos aquellos que quieren ser, autores, historietistas, artistas, etcétera: cualquier manifestación artística requiere de mucha autocrítica, es decir, siempre ver tu trabajo con los pies sobre la tierra, siempre pedirte más, tener los ojos muy abiertos para saber que eres capaz y que no eres capaz de hacer. No arriesgarte a la mediocridad sino esperar tu momento en la vida para hacer bien las cosas.
La última y nos vamos, ¿la vida es una historieta?
“No, no creo eso; la vida puede ayudarte a suplir faltas en el mundo imaginario, tienes que absorber cosas de la vida para crear historietas, pero eliminaría la palabra historieta y hablaría del arte en general: la vida es arte en el momento en el que tú usas el arte para retratarla...”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario